La naturaleza siempre es tan sabia, y a veces solo tenemos que sentarnos a escucharla y observarla un rato para aclarar nuestra mente; como esta flor que le entrega su polen a esta abejita para que la transforme en esa sustancia tan rica que es la miel. Y la flor queda intacta es amada y cuidada por la abeja; le entrega una parte de ella sin exigir nada de ella, y esta abejita la ama a su vez y la cuida y no le hace daño.
A veces las cosas se nos ponen difíciles y mucho pero si tenemos al lado nuestro alguien como esa abeja que nos permitirá transformar una parte de nosotros en algo mejor y que a la vez nos cuidara en ese proceso de cambio y transformación. Entonces eso es realmente amor.
